Los cupcakes son un clásico de las meriendas, los más comunes son los de vainilla y pronto se hicieron conocidos los cupcakes de chocolate por la presentación que tienen.
Antes llamados “Magdalenas”, los cupcakes de chocolate se hicieron muy famosos porque te permiten jugar con la presentación. En los cumpleaños infantiles están siempre presentes rodeados de granas de colores o algunos agregados típicos de repostería. No pierdas la oportunidad de probar hacer esta receta junto a los más chicos de la familia para disfrutar de una gran merienda.
Ingredientes
- 3 huevos
- 2 tazas de harina leudante (o harina + polvo para hornear)
- 1/2 taza de cacao
- 1/2 taza de leche
- 1 taza de azúcar negra (puede ser blanca)
- 1 taza de aceite
- 1 cda. de polvo de semillas o semillas de diferentes tipos trituradas en el momento (opcional)
- 1 cda. de almendras picadas (opcional)
Preparación
- Batí los tres huevos con el azúcar, la mezcla debe quedar espumosa. El azúcar negra es para darle más coloración a los cupcakes de chocolate, pero si no tenés podés usar blanca.
- Agregá una taza de harina y uní sin mover demasiado la mezcla. Cuando esté todo integrado, añadí la taza de aceite e incorporá bien.
- Luego deberás agregar el cacao junto con las semillas (en caso de elegir usarlas) y la leche, uní todo muy bien sin que queden grumos.
- Incorporá la última taza de harina y uní todo, de esta manera ya casi terminarás la masa para los cupcakes de chocolate.
- Colocá la mezcla en moldes para cupcakes previamente rociado con aceite, llená los moldes hasta unas tres cuartas partes.
- Llevá los cupcakes de chocolate al horno a fuego medio bajo durante unos 45 minutos o bien cuando los pinches con un cuchillo o un palillo y estos salgan secos.
Podés decorarlos con crema Chantilly, dulce de leche, buttercream de chocolate etcétera.
Si te gustaría disfrutar de cupcakes de chocolate pero rellenos con frutas, podés aprovechar al momento de poner la mezcla en los moldes para agregar los topping que quieras, pueden ser pedazos de frutas o frutos secos: nueces, maníes, almendras y hasta algún tipo de cereal.